En la calle, donde la mayoría de las veces he cantado sus canciones

"Enfermo y en cama, hace un par de días tomé muchos discos. Vinilos y cedés. Empecé a escuchar, a leer y a recordar alguna rareza o particularidad. Cuando llegué a mi ejemplar pirata de “Ahora es cuando”, me percaté que tenía escondido un papel. Luego de abrir los ojos de impresión me reí un rato. Era la entrada para ver a Santo Barrio, La Floripondio, Cholomandinga y Tumbo, en Matucana 100. La primera vez que fui a una tocata. Un evento de tal magnitud, hasta donde recuerdo, me dejó perplejo y más aún porque costó sólo cien pesos. Leí el aviso en La Segunda, y con mi viejo partimos a las Escuelas de Rock (ahí atrás del Diego Portales) a pedir unas invitaciones. Me dieron tres. Corriendo, al llegar de vuelta llamé al Hippie para contarle. Alucinados el par de pendejos, nos pusimos de acuerdo para ir. Igual era lejos, pero el cartel de grupos no nos dejaba indiferentes. O sea. Sonaba “Traigo el aguante” en la Rock and Pop y de internet había bajado “Son de fuego”. El Marcos también fue con nosotros. Seguidor acérrimo del rock pesado también alcanzó a sorprenderse con la lucidez y potencia de los grupos. Un buen indicio. Al llegar sentimos el olor a yerba y a mestizaje popular. Gente vestida extraña y más de algún rostro asombrado ante nuestros ingenuos ojos infantiles. Corrían las cajas de vino, así como el Macha que, atrasado, se abalanzó sobre la entrada con tres cervezas y su verde y destartalada guitarra, como de estrella porteña de rock underground. El asunto es que abrió Tumbo. Nunca más escuché de ellos. Poca gente los vaciló. Yo estaba más preocupado de los pantalones cuadrillé de un tipo que bailaba solo. Siempre los quise. De ahí fue Cholomandinga, tiempo antes que sonaran masivamente en los medios radiales y que dejaron la cagá con el tema del fútbol. Ahí Santo Barrio. Dijimos “Eh, weón. Qué onda esta weá”. Brígido, diríamos. Fue muy bueno. No tuvimos valor de bajar a recibir patadas, pero se escuchaba filete y nosotros desde un costado nos imaginábamos arriba del escenario haciendo música y observando a la gente disfrutar. Cantar. Agitar las manos. Estirar las piernas o simplemente compartir algo que beber con los amigos. Tocaron "Son de Fuego" y fue el éxtasis. Nos sabíamos igual los temas del "Tumbao Rebelde" y "El Toque" la vacilamos con la gente que estaba alrededor. Fue nuestra primera vez con Santo Barrio. De ahí vinieron muchas. Una impresión general no tengo. Así como para poner de título aquí en el blog. Quizás lo esencial, y notorio al ya haberlos visto en más de una oportunidad y con diferentes formaciones es la potencia e integración que se alcanza con la gente. Ese contacto que de repente es más fácil lograr a ras de suelo. En la calle misma. En la vereda donde la mayoría de veces he cantado algunas de sus canciones. Suerte Santo Barrio, nos vemos el 30 en la Finis Terrae".

Aportado por: Francisco, vocalista de Drakos.

Próximas Tocatas ( atención, se agregó una muy interesante para el dia 9!!!)

-Jueves 30 de Marzo – Universidad Finis Térrae- Junto a Primavera de Praga y Los Drakos. Pedro de Valdivia 1509, Providencia- Entrada Liberada

-Martes 4 de Abril, USACH, Facultad de Ciencias, junto a Chocloneta ( la banda rock de Chico Rodrigo). Entrada Liberada.

-Viernes 7 de Abril, Parque Almagro, evento-Universidad Central, junto a Saiko, La Floripondio y bandas de Sello Azul. Entrada liberada

-Sábado 8 de Abril, concierto junto a Guachupé, Cine Arte Alameda. $2.000-

-Domingo 9 de Abril, concierto junto a Palmeras Kaníbales de Venezuela, Sala SCD del Barrio Bellavista, $2.000
www.palmeraskanibales.com.ve